¡Hola a todos!
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¡Hola a todos!
Puede que os hayáis dado cuenta de que existe una opción para marcar las mejores respuestas.
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A principios de este mes, compartimos la historia de Ray y Charissa Popp, quienes, en un esfuerzo por enseñarles el mundo a sus dos hijos a través de los viajes, dejaron atrás su casa, sus amigos y su familia en Florida para embarcarse en la aventura de recorrer el mundo durante un año. «El crecimiento y el cambio no ocurren quedándose en la zona de confort», nos dijo Ray.
Un principio básico de este viaje, explicaron los Popps, es pasar unos meses en un puñado de lugares distintos para poder adentrarse en las costumbres locales y conectar mejor con la comunidad. Charissa señaló: «Queremos sentir que nos instalamos en un hogar, conocer a los vecinos, saber los nombres de los comerciantes e incluso ofrecernos como voluntarios y dar algo a cambio en lo que podamos».
Puede parecer que cuatro, cinco o seis semanas alojándose en un alojamiento que no es el suyo es bastante, pero los Popps han acumulado un montón de experiencias en sus alojamientos en Airbnb hasta ahora. Así que nos sentamos con ellos para saber cómo seleccionan los alojamientos, qué buscan y qué consejos pueden brindarles a las personas con niños que se hospedan en Airbnb.
Resulta que Ray y Charissa no solo tienen buenos consejos, sino que también cuentan con un método para analizar los anuncios y hacer preguntas para descubrir aquellas joyas no tan obvias que acaban marcando un antes y un después en sus estancias.
Nuestros chicos, como la mayoría de los niños, se emocionan con muchas cosas que, a primera vista, no parece que les vayan a marcar. Dejarán atrás una estancia o una parte del viaje aferrándose a algo que ni nos podíamos esperar.
Ir al desierto más seco del mundo fue genial, sí, pero es que «¡Madre mía, había un gato increíble en el Airbnb en el que nos hospedamos!». Pensando en momentos así vamos escaneando los anuncios cuidadosamente en busca de características y servicios únicos que creemos que les pueden encantar a los niños.
Ray Popp, viajero nómada en familia y Vicepresidente Ejecutivo de Crecimiento en Levatas
A continuación, Ray y Charissa comparten otros elementos que buscan y sobre los que preguntan al reservar una estancia:
Juguetes para los niños
Las piscinas son geniales y que haya un patio grande es fantástico, pero la diferencia entre un simple baño o que corran un poco por el patio y que estén durante horas jugando puede ser tan simple como que haya algunos fideos para la piscina, bolas, frisbees o juegos para el patio. Simplemente ayudan a que se les estimule la imaginación. No podemos viajar con esas cosas encima, así que buscamos y preguntamos por ellas en cada lugar que consideramos.
Fauna local
Cada hijo es diferente, pero a los nuestros les encantan los animales. Si hay una granja de caballos al lado, sapos que saltan al patio, una pecera o algún gato o perro en el barrio, serán felices. En la casa de Costa Rica vimos un coatí persiguiendo a una iguana grande y los chicos se pasaron hablando de eso varias semanas.
Un diseño encantador
Saber exactamente dónde se encuentran las habitaciones a veces puede resultar difícil al consultar un anuncio y merece la pena profundizar un poco más. En la casa en la que nos estamos quedando en Portugal, los chicos duermen arriba del todo, en un nido de cuervos. Les encanta, pero hay una escalera empinada que puede que no sea adecuada para todos. La distancia hasta mamá y papá puede ser un factor importante también... ¿Tendrá miedo alguno si se queda solo en esa parte de la casa? Tener cuatro habitaciones no es un lujo si los niños quieren dormir en tu cama todas las noches.
Caminos fáciles para jugar
La calle puede ser una fuente de estrés para los padres de niños pequeños. Cruzarla o estar justo al lado de una grande o muy concurrida añade algo de preocupación, lo que implica que relajarse, trabajar o hacer lo que tenías pensado sea más difícil. Tener un parque, una zona de columpios o una piscina cerca es genial, pero echa un vistazo al camino y piensa cómo te sentirías si los niños fueran por su cuenta.
Hora de la colada
Como ya saben todos los padres (en realidad, como cualquiera que haya estado cerca de un niño), los niños se ensucian rápidamente. Cambian de ropa con mucha frecuencia y se ponen muchas lavadoras; sin embargo, que haya una secadora no puede darse siempre por descontado. De hecho, en la mayor parte de Sudamérica y en gran parte de Europa y Asia, pueden ser difíciles de encontrar en los alojamientos. Por lo tanto, encontrar un anuncio con una secadora, asegurarse de que hay un montón de estantes para colgar la ropa o saber dónde hay una lavandería cerca pueden ser factores determinantes para acelerar el proceso de secado, sobre todo si tienes una cantidad limitada de ropa.
La familia Popp también tiene buenos consejos para anfitriones a la hora de crear un anuncio o preparar su alojamiento para pasar una experiencia en familia inolvidable:
¡A divertirse!
Si sabes que tu alojamiento es perfecto para familias, no dudes en destacar las cosas que sean ideales para los niños. Puede parecer trivial, pero ya sea un aro de baloncesto para la piscina, enredaderas para colgarse o un dron que guardas en el armario, no dudes en incluir todas estas cosas en el anuncio. Ponte en la piel de un niño o al menos en la de un padre que quiere que su hijo tenga cosas divertidas para hacer. Buscamos los anuncios como familia y los niños tienen mucha influencia en la decisión.
Instrucciones para niños
A muchos anfitriones les encanta escribir instrucciones o «reglas» para la casa: dónde encontrar cosas, cómo trabajar, códigos para wifi, etc. Si aún no los has incluido, es muy recomendable que lo hagas. Pero, ¿por qué no ir un paso más allá y brindarles algo específico para los niños? ¿Dónde se puede encontrar el armario de juegos? ¿Qué datos interesantes hay sobre el barrio? Realmente puede ser cualquier cosa: es un toque fantástico que tanto los niños como los padres apreciarán.
Juegos de casa
Muchos anfitriones tienen juegos de mesa, barajas de cartas y libros y es genial. La gente no suele viajar con estas cosas (nosotros no) y pueden ser formas divertidas de pasar tiempo juntos. Sin embargo, es muy frustrante cuando a todo el mundo le hace ilusión jugar y nos damos cuenta de que faltan piezas, las instrucciones están rotas, o en realidad, es un juego totalmente diferente. Redacta un inventario y asegúrate de que todas las cosas están incluidas. Merece la pena.
¡Hazlo genial!
Si tienes un árbol grande o una estructura parecida, te recomendamos encarecidamente que intentes colocarle algún tipo de columpio. Sea como sea el columpio, da igual que sea con una rueda, con una cuerda o con un asiento de madera, a los niños les encantará. Seguro que esto está demostrado científicamente. Si no, desde luego que ha quedado demostrado por nuestros chicos columpiándose día y noche en nuestra casa en Costa Rica. Además, les da a los padres muchos momentos dignos de fotografiar dentro de tu propiedad.
Plan B para el wifi
Independientemente de cómo lo veas, tener wifi es un criterio importante para muchas familias. Para nosotros, como padres que tienen que trabajar y niños que tienen clases en la nube, es fundamental. Así que cuando leemos que hay wifi y que es fiable, esperamos que funcione. Pero también nos damos cuenta de que puede haber problemas técnicos y, en algunos lugares con una infraestructura débil, pueden ser muy comunes. En estos casos, sugerimos tener un plan B. Puede ser cualquier cosa, como un móvil con un punto de acceso, hardware nuevo o incluso que tu primo trabaje en la compañía eléctrica. Ser capaz de volver a conectarse a la red rápidamente será de gran ayuda, especialmente si recibes muchos viajeros extranjeros.
Puedes seguir a la familia Popp en sus viajes en Instagram en @globepoppin.
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