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¿Puedes ofrecer a los viajeros la oportunidad de explorar lugares especiales y participar en actividades únicas? Considera...
Nada como una nota escrita a mano o un ramo de flores para dar la bienvenida a los huéspedes. Si su estancia es inolvidable, habrá más posibilidades de que dejen evaluaciones fabulosas, recomienden tu espacio a su familia y amigos, e incluso vuelvan a alojarse en él.
Para darles un recibimiento que los haga sentir especiales no hace falta gastar mucho dinero. Abajo te dejamos algunos ejemplos de anfitriones de todo el mundo que han sorprendido a sus huéspedes con un recibimiento especial. Hay de todo: una nota amable, caprichos recién horneados ¡y mucho más!
1. Una nota de bienvenida agradable
Cuando estás de viaje, una bienvenida personalizada puede quitarte la morriña y hacerte sentir en casa. «En cada habitación tengo una pequeña pizarra que personalizo con los nombres de los huéspedes para darles la bienvenida», comenta Huma, una anfitriona de Londres. «Es solo un detallito, pero les encanta».
Puedes causar la misma impresión con una nota escrita a mano. «Hace poco empecé a dejar un obsequio de bienvenida junto con una tarjeta», cuenta Trude, una anfitriona de Edsberg (Suecia). En la nota puedes recomendar tu sitio favorito para tomar café o contar alguna curiosidad de la zona.
2. Una muestra de los sabores locales
Una de las mejores formas de ayudar a los huéspedes a aclimatarse es recomendarles los mejores sitios del barrio. «Aquí cerca hay una panadería que hace un bizcocho de canela delicioso y al primer huésped le dejé una porción», dice David, un anfitrión de San Antonio (Texas), que ahora obsequia a todos sus huéspedes con este dulce.
3. Repostería casera
Si se te da bien preparar dulces, puedes sorprender a los huéspedes con tu especialidad. «Empecé dejándoles galletas caseras», comenta Beth, una anfitriona de Roraima (Brasil). «Muchos huéspedes repiten en mi alojamiento y comentan el detalle de las galletas».
4. Colaboración de los huéspedes
Además del dulce, David, el anfitrión de San Antonio, deja vino a quienes se alojan en su espacio. «Pongo el hashtag #takeabottleleaveabottle», un mensaje con el que los anima a dejar una botella nueva para reemplazar la que se hayan bebido. En unos años, la colección se ha convertido en toda una bodega: «Ahora tenemos una estantería con cinco tipos de vino». La idea de «si coges, repones» es muy asequible. ¡Puedes probar a hacerlo con libros!
5. Una cesta de tentempiés
«Los huéspedes quieren estar a gusto», asegura Jerry, un anfitrión de Atlanta (EE. UU.). «Cuando vuelven a casa, muchas veces tienen ganas de picar algo». Por eso deja en la cocina una cesta con tentempiés, como palomitas para hacer en el microondas, galletas, patatas fritas y lazos salados.
6 .Obsequios personalizados
Conoce bien a los huéspedes y entérate de qué es lo que necesitan. «Siempre los recibimos con algo de comer o de beber», cuenta Laura, una anfitriona de Frederick (Maryland, EE. UU.). «Unas veces con queso de la zona, chocolate o algo de repostería, otras veces con cerveza local o una botella de vino» Pero antes envía un mensaje a los huéspedes para preguntarles por sus restricciones dietéticas: «Como no todo el mundo bebe alcohol o puede comer queso, yo pregunto».
Si los huéspedes vienen con niños, puedes darles una agradable sorpresa con unas pegatinas o unos zumos individuales. «Si hay niños, dejo una piruleta o una pequeña bolsa de chuches y una cajita de pinturas con un cuaderno para colorear», dice Ann, una anfitriona de Nueva York. Y, si tus huéspedes viajan con perro, puedes tener siempre a mano unos premios. Los peludos los agradecerán y sus dueños, también.
7. Productos típicos
Si hay algún objeto típico de tu región que no sea caro, como los leis en Hawái, puedes dejarlo a modo de obsequio de bienvenida. «Uno de los mejores regalos que hacemos son los collares de Mardi Gras», cuenta Jordan, de Nueva Orleans (EE. UU.). A los huéspedes les gustan estos souvenirs; les traen recuerdos de su estancia mucho después de irse.
8. De la tierra al huésped
A los huéspedes les encanta la naturaleza. ¿Qué tal unas flores o unas hortalizas de tu huerto? «Me gusta dejarles en la habitación un ramito de flores de mi jardín», comenta Sarah, una anfitriona de Sayulita (México). Si cultivas hortalizas o tienes árboles frutales, una cestita ecológica también puede ser un buen detalle. ¿No tienes jardín? Seguro que en el mercado o en alguna tienda cercana venden flores económicas que pueden dar un toque de color al recibimiento de tus huéspedes.
9. Compras al por mayor para ahorrar
Comprar en grandes cantidades puede ahorrarte tiempo y dinero, y no te va a impedir dar tu toque especial a las bienvenidas. La anfitriona Karen, de Port Elizabeth (Sudáfrica), compra sus galletas al por mayor. «Así nos salen superbaratas», explica. También tiene una forma rápida de personalizar los obsequios: «Nos compramos una selladora para poder empaquetar y cerrar nosotros las galletas con nuestra propia etiqueta».
10. Celebración de ocasiones especiales
Si los huéspedes van a celebrar su cumpleaños, su aniversario o las Navidades durante su estancia en tu alojamiento, puedes hacer que esta sea aún más memorable. «Una pareja se alojó en Año Nuevo y les dejamos una botella de champán», comenta Damon, un anfitrión de Atlanta (EE. UU.). Jennifer, una anfitriona de Ontario (Canadá), también tiene en cuenta las ocasiones especiales. «Si los huéspedes vienen para una celebración concreta, como un cumpleaños o su luna de miel, les dejo un detallito adecuado para la ocasión».
Los huéspedes siempre agradecen que los sorprendan con algo especial, pero recuerda que la hospitalidad no tiene por qué costar dinero. Una nota escrita a mano es suficiente para que se sientan cuidados y como en casa.
