Estoy en la misma situación. Cada vez es más complicado "satisfacer" las altas expectativas de los invitados, al confundir una casa con un hotel y exigir además servicios que ni ofreces y ni prometes, que hagas de guía turístico, les aparques el coche y estés disponible 24 hrs y Respondas al menor tiempo posible. Se entiende la libertad de expresión que el huesped escriba su reseña sobre la experiencia siempre y cuando está sea respetuosa, sincera y no tenga malicia. Falta un filtro al evaluar, pues está "libertad de expresión" conlleva consecuencias en las reservas, evaluaciones generales y un sentimiento terrible de injusticia y de no ser escuchado. Si estás evaluaciones no tuvieran el peso real que tienen sobre nuestro trabajo, esfuerzo y tiempo, pues adelante, puedes fácilmente quejarte de que no viste un ovni, pero como es posible que permitan que la opinión de un huésped que tal vez este afectado por situaciones personales o mentales, NOS AFECTE TANTO, sin hacer una investigación o sin exigirle al mismo que justifique dicha evaluación con pruebas. Creo que la mejor manera de hacer valer los derecho de huésped y anfitrión a la hora de evaluar es exigir pruebas, cuando la evaluación o es menor de 3 estrellas o no coincide con la media general. Algún baremo debería se saltar en la plataforma para que se dieran el tiempo de PROTEGERNOS, (que aunque suene dramático...es asi) de algunos huéspedes, que mienten, que acosan, y evalúan falsamente desde una actitud y posición de poder que automáticamente se les entrega sólo por reservar. Que frustración.