Hola Arturo, Nosotros arrancamos como anfitriones de Airbnb con un departamento en el cual vivimos hasta que nació nuestro hijo. Hemos tenido la oportunidad de recibir huéspedes de distintas ciudades no solo de Argentina sino también de diferentes partes del mundo. Cada visita ha sido una experiencia única, y nos sentimos afortunados de haber formado minimamente parte de los recuerdos de tantas personas.
Uno de los aspectos que más disfrutamos, como decia previamente de ser anfitrión, es la interacción con personas de diversas partes de nuestro país y el mundo. Desde viajeros locales que buscan una escapada cerca de casa, hasta aventureros internacionales que exploran nuevas ciudades, cada uno nos aporto algo especial. Las conversaciones, recomendaciones de lugares, y las historias compartidas han enriquecido nuestra vida.
A nuestros huéspedes, siempre les recomendamos explorar nuestra ciudad y si es posible apoyar la economía local. Hay muchos bares, comercios, el mercado de productores regionales y pequeños restaurantes que realmente aportan a la identidad de nuestra ciudad. Desde probar una cerveza artesanal, hasta comprar artesanías en mercados locales, cada pequeño gesto de apoyo hace una gran diferencia. En nuestra experiencia, los huéspedes que se sumergen en la vida local tienen una estadía mucho más memorable.
Finalmente, el sentido de hospitalidad ha sido fundamental. Más allá de ser un espacio donde dormir, hemos intentado crear un ambiente cálido, amigable y acogedor, para que los huéspedes se sientan como en casa. La relación con cada persona ha sido, para nosotros, una de las grandes recompensas de este viaje como anfitrión.
Este año ha sido una experiencia enriquecedora y gratificante, y esperamos continuar compartiendo nuestra hogar y ciudad con más viajeros, siempre promoviendo el respeto, el apoyo a la economía local y, por supuesto, la buena convivencia.
