Mis huéspedes aventureros – Una historia desde
Serenity
Hace un tiempo recibí una reserva de una familia ecuatoriana: mamá, papá y sus dos hijos. Tenían mucha ilusión por conocer la Ruta de las Flores y venían manejando desde lejos. Pero justo ese día hubo derrumbes graves en la carretera principal (Los Chorros), y quedaron atrapados en un tráfico que se volvió eterno. Llevaban ya más de cinco horas detenidos y me llamaron, casi por rendirse, diciéndome que quizás se quedarían en un hotel por el camino, que no sabían si iban a poder llegar.
La mamá, con mucha angustia, me decía: “Es que no ando sola, ando con mis niños. Eso me tocó el corazón. Yo sabía que tenía que hacer algo. Así que me puse a investigar su ubicación, les pregunté exactamente por dónde iban y busqué rutas alternas. Descubrí una carretera más tranquila, sin tantas subidas ni pendientes, y se las expliqué paso a paso. Les dije: “por esta ruta es más largo, pero es plano y seguro. Tardarán unas dos horas más, pero llegarán bien.
Al final el trayecto les tomó cuatro horas más, pero lograron llegar sanos y salvos. Cuando los vi llegar me sentí como si llegara mi propia familia. Los recibí con una sonrisa y les dije:
¿Y qué tal, cómo están mis huéspedes aventureros?”
¡Se rieron con ganas! Me contaron que a ella le encanta la aventura, así que les dije: Bueno, ¡menos mal que les gusta la aventura porque hoy sí fue de verdad!”. Fue un momento muy humano, muy bonito.
Estuvieron cinco noches y desde el primer momento hasta el último, me involucré con ellos en todo: les recomendé lugares para hacer ejercicio, actividades extremas, y hasta me preguntaron sobre cómo podrían radicarse en el país porque les encantó. Cuando ya se habían ido de Serenity y tuvieron un problema en otro hotel, volvieron a escribirme para pedir ayuda —y por supuesto que los apoyé, con todo el cariño.
Esa experiencia me marcó. Porque más allá de ser anfitriona, ese día me sentí como una tía, una guía, una amiga para esa familia. Serenity no solo les dio descanso, también fue refugio, compañía y un poco de hogar. 💛🏡
