El artículo original fue publicado por @Claudia331 en la comunidad de habla inglesa y lo hemos traducido a español para ti.
Los anfitriones tienen un papel fundamental para crear un mundo en el que las personas se sientan más cerca las unas de las otras, especialmente en una época marcada por la soledad. Esta serie habla de cómo pueden ayudar a dar vida a ciertos lugares. En ella, los miembros del Consejo asesor de anfitriones Claudia, de Italia, Marielle, de Francia y Rie, de Japón, hablan de su experiencia. Más información sobre el Consejo asesor de anfitriones.
Crecí en un pequeño pueblo a las afueras de Milán. Cuando era niña, asistía a la iglesia local y, en vacaciones, las monjas nos invitaban a una casa que tenían en Sueglio, un pueblecito en el lago de Como.
Han pasado muchos años desde aquellos viajes y la residencia de las monjas ya ha cerrado sus puertas, pero todavía recuerdo el sabor de las castañas recogidas a mano, aquel risotto amarillo, los momentos con amigos y los sonidos de las cuerdas de la guitarra que inundaban la terraza al atardecer.
Al igual que ocurre en muchos pueblos italianos situados en los valles y las zonas del interior, la población de Sueglio ya no es tan numerosa hoy en día. De hecho, según la Cámara de Comercio de Como-Lecco, disminuyó más de un 50 % entre 1951 y 2020.
Además, he observado un gran cambio en los jóvenes desde la pandemia de 2020. Como madre de dos adolescentes, he sido testigo del aislamiento que ha sufrido esta generación y de lo mucho que les ha costado encontrar un lugar en el que conectar con otras personas.
Y eso me animó a invertir en un proyecto de hospitalidad dedicado a los jóvenes. Durante los dos últimos años, he trabajado codo con codo con Valentina, diseñadora y también anfitriona, para restaurar la residencia de las monjas y abrirla de nuevo, esta vez como casa vacacional para jóvenes viajeros.
Nuestra idea es mostrarles un mundo en el que se sientan autónomos, conozcan a gente de su edad, descubran la naturaleza de la zona y aprendan a cuidarse y a proteger su entorno. Esperamos que vuelva a ser un lugar que llene de energía a nuestra comunidad local.
Hemos colaborado con varios socios para dar forma a este proyecto, incluidos el Ayuntamiento de Sueglio, Impresa Sociale Wonder Grottole y dos estudiantes de la Nueva Academia de Bellas Artes de Milán.
Con nuestro esfuerzo queremos demostrar que las tendencias se pueden revertir y que se puede devolver la vida a los pueblos.
Tengo muchas ganas de anunciar esta propiedad en Airbnb dentro de poco y de convertirla en un punto de unión para las personas.
¡Estoy deseando abrir sus puertas y recibir a muchos jóvenes viajeros y a gente que se anime a pasar una temporada por aquí!
Puedes leer los artículos de Marielle y Rie aquí:
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Valentina y los arquitectos valoran la propiedad.
Vistas desde la terraza del lago de Como cubierto de nubes.
La sala de estar del ático con vistas al lago.
Valentina y yo durante una de las inspecciones para concretar el proyecto.