Hola a todos
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Hola a todos
Con el verano acercándose en la mitad del mundo y el invierno llegando a la otra, los estudiantes y ...
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¡Hola querida comunidad!
Llegó el mes de diciembre y con el comenzaron los festejos, las juntadas con familiares, amigos y seres queridos para brindar por todo eso que nos deja este año que termina y por los desafíos y nuevos proyectos que vendrán. En este contexto, creo sumamente valioso hacernos un huequito en la agenda de todos los días para reflexionar sobre lo que el 2023 nos dejó y es que, precisamente el adviento es un tiempo especial de preparación con el que se da inicio a lo que está por llegar.
En lo personal, me gustaría compartir con ustedes la experiencia de mi primer año como anfitriona de Airbnb. Todo comenzó en el mes de enero pasado cuando con Gonzalo, mi novio, nos decidimos por alquilar en forma temporaria un departamento de mi suegro que había permanecido ocupado los últimos años por una familia tucumana. Pensamos que sería una buena idea ya que Salta se convirtió turísticamente hablando en uno de los lugares más visitados del noroeste de Argentina por su diversidad de paisajes, de flora y fauna, por la conservación de su patrimonio arquitectónico y por la calidez de su gente. Además, teníamos tiempo disponible y sobre todo ganas de trabajar en ello y conocer a personas de diferentes partes del mundo.
Como todo nuevo emprendimiento al principio estábamos temerosos, no conocíamos mucho el rubro, ni de cómo lograr reservas, si bien somos personas muy sociables y la parte de recibir a los huéspedes no nos asustaba, si nos daba un poco de nervios el no saber cómo hacer para brindar un servicio de calidad y que las personas que nos visitaran se sintieran a gusto.
Así fue que luego de haber puesto en condiciones el apartamento y equiparlo con el mobiliario (algunos restaurados y otros nuevos), decidimos crear una cuenta en la plataforma de Airbnb y sin darnos cuenta en febrero comenzaron las primeras reservas. Nos visitaron personas solas, en su mayoría parejas y en familia y muy pocos grupos de amigos, algunas veces por ocio, otras por trabajo y cada una fue un desafío. Al principio, los huéspedes eran argentinos y más tarde fueron llegando personas de distintas partes del mundo, cada uno con su cultura y una historia que contar, una pregunta o una sugerencia por hacer, tales como incorporar una agarradera en la ducha, hacer más flexible el horario de chek in-chek out, sumar otro juego de toallones para la piscina y una reposara, las que recepcionamos de la mejor manera y nos pusimos manos a la obra.
Y así fue que fuimos adquiriendo experiencia en este arte de la hospitalidad y lo que al principio había comenzado como un negocio focalizado exclusivamente en el aspecto económico se fue transformando en algo más grande, queríamos que las personas que nos visitaran se fueran sintiéndose como en casa y que si en algún momento retornaran a Salta volvieran a elegir nuestro alojamiento.
Nos dimos cuenta que para lograr ello no bastaba con ofrecer el mejor precio, sino que, por el contrario, existen un montón de factores a la hora de elegir un hospedaje tales como la atención, la gentileza, la limpieza, el orden, la cordialidad, la empatía, la imagen, la innovación, la rapidez para contestar y resolver cualquier inconveniente, y en todos ellos teníamos que trabajar y fue entonces cuando nos decidimos por aprovechar al máximo las herramientas que Airbnb pone a disposición de sus anfitriones.
En ese afán comenzamos leyendo los distintos posteos disponibles sobre el funcionamiento de la aplicación -la que estoy convencida nos facilita muchísimo nuestra labor diaria- hasta que finalmente descubrimos a esta querida comunidad de la que nos enriquecimos muchísimo este último tiempo gracias al intercambio permanente de vivencias sobre temáticas que van desde como optimizar tu anuncio, mejorar tu espacio, a recibir huéspedes y gestionar tu negocio.
De repente, con Gonzalo -el coanfitrión- nos sentimos motivados y acompañados en esto que nos encontrábamos haciendo y fue cuando apostamos a realizar cambios que hasta ese momento no se nos habían pasado por la cabeza como modificar nuestra forma de cobro, intervenir el anuncio del apartamento con fotos de mayor calidad y una descripción más completa del lugar, crear una guía turística rica en contenido, activar el precio inteligente en determinadas fechas y la reservación automática, abrir el calendario con mayor anticipación, ofrecer diversos descuentos para atraer a posibles huéspedes en las fechas que nos habían quedado sin reserva, esforzarnos por completar nuestro perfil de Airbnb que hasta ese momento no lo habíamos realizado.
También aprendimos sobre cómo mantener en buen estado la ropa blanca y quitar manchas difíciles, sobre el cuidado de las plantas, la importancia de ofrecer un servicio de té o sumar al tv por cable el servicio de streaming y la importancia de innovar sobre la decoración de nuestro alojamiento en determinadas festividades como ahora que se aproxima la Navidad para que las familias que nos eligieron para pasar las fiestas puedan sentirse a gusto, porque creemos que nada es más importante que sentirse como en casa.
En fin, querida comunidad esto fue una síntesis de lo que sin darnos cuenta se transformó en una pasión para nosotros y esperamos que lo sea para ustedes también. Nos despedimos deseando que el 2024 sea un año de esperanza, paz, alegría y amor y que podamos seguir enriqueciéndonos mutuamente y generando espacios de encuentro e intercambio generosos y fructíferos para todos.
¡Feliz Navidad!🌲
🥂🎆
Jeje tuve la sensación de estar mezclando presidentes @Florencia258 😅
Sabía que la lata algún día tendría un propósito, no te decepcionará jajaja
De momento te dejo esta foto que me hice hace media hora con mi compañerita de la mañana....
¡Y no veo la hora de que me cuentes tus planes de casamiento! ¿Sólo van a firmar los papeles o también harán una fiesta?
