Yo si les cuento que le dije un día a mi esposo.
Hoy vamos para la casita de la playa, como si fuéramos huésped y así lo hicimos. Eso fue al principio de abrir nuestro Airbnb’s en el 2020, plena pandemia (reinventándonos)
El otro día la Imilka SUPERHOST y más experimentada jajajaa, quiso hacer lo mismo.
Así que volví a embullar a mi esposo y nos fuimos por 2da vez ((como si fuéramos huéspedes))
En la primera ocasión estando allá descubrí que al regresar de la calle no tenía donde colgar mi cartera dentro de la habitación, que al llegar necesitaba un lugar para colocar la maleta, que la silla que tenía como área de trabajo era un poquito dura, que en la terraza podría colocar un área diferente como una mesita redonda pequeña y sus sillitas y arregle al otro día todo con lo que me tropecé.
Ahora ya tengo toda una estructura.
Bueno como el dicho: La experiencia no se improvisa. Jajajaja
Cuando mi esposo dijo que siiiii, le envié toda la información a su teléfono (la guía del huésped) el ya imaginan en risa y solo me dijo. Jajajaa esto es en serio.
Ambos la vimos, tomamos el Waze a la hora de salir de nuestra casa en la capital, es la ubicación que yo envío a los huéspedes dentro de las informaciones y nos fuimos hacia Bávaro.
Nos llevo directo y aunque tenemos llave, llame a la recepción y les dije que por favor estaba llegando y que andaba sin mis llaves para que me entregaran las llaves de los huésped.
Nos entregaron las llave (casa y caja fuerte) conversamos un ratico en la recepción y nos fuimos a nuestra casita como huésped.
((Ya le había dicho a las señoras que me limpian que irían huéspedes internacionales, no le dije que éramos nosotros, quería confirmar todo de la A a la Z y una de ellas cuando quiero tener una atención, le encargo un pan relleno Venezolano, así que quisimos también recibir la atención y experimentar que sienten los huéspedes al recibir este cariñito))
Abrimos la puerta, waooo que olor tan rico, la limpieza estaba súper buena, todo en su lugar, súper organizado y el pan Venezolano encima de la mesa, mi esposo agarro un cuchillo y pico un pedazo para cada uno, divino.
Mientras yo revisé cada rincón de la casa como si estuviera llegado a otra casita.
Que lindo todo (me encanta la casita de la playa, la tenemos hace 18 años, imaginan los recuerdos qué hay en ella)
Así que en mi inspección, puedo decir que ya no me falta nada, todo súper practico para la comodidad de los huésped, todo funcionando muy bien a Dios gracia y así pasamos 2 días maravillosos. Solo pensé que podría tener otra secadora de pelo en el otro baño y así pueden secarse el pelo dos personas a la vez, pero es algo que no es prioridad.
Así que la próxima vez la llevo.
Fue muy gratificante y entendí el porque se enamoran de ese lugar tan paradisiaco en esta tierra.
Quiero ir de nuevo fue lo que le dije a mi esposo.
No usamos el BBQ, porque éramos solo nosotros dos, pero es algo que me queda pendiente para cuando vuelva con nuestros hijos como huésped y ellos también evalúen ya como jóvenes.
Les recomiendo que lo hagan. Uno se da cuenta de cada detalle y más que mi lema es: tratar al huésped, como me gustaría ser tratada.
Bendiciones en abundancia.
Imilka.
@Laura
@Paula
Imilka de Díaz