El artículo original fue publicado por @Dandara3 en la comunidad de habla inglesa y lo hemos traducido a español para ti.
Dandara (a la derecha) con su madre Carmem
Soy de Maceió y siempre he utilizado Airbnb en mis viajes como huésped. Cada vez que volvía a casa, le contaba a mi madre cómo había sido mi experiencia, le decía lo bien que me habían recibido los anfitriones. Al escuchar mis historias, mi madre, Carmem, empezó a tener ganas de acoger huéspedes en nuestra casa y también decidió compartir la habitación de mi hermano, que se había marchado de casa y había dejado ese espacio libre.
No pasó mucho tiempo antes de que me interesara aún más por la plataforma y me convirtiera en líder del club de anfitriones de Maceió. Soy psicóloga de formación y trabajé en el área de gestión de personas, pero hoy en día, al igual que mi madre, vivo exclusivamente de los ingresos obtenidos de las reservas de nuestro alojamiento en la plataforma. Airbnb le ha dado más sentido a mi vida. Ser anfitriona y líder de la comunidad me hace sentir como una parte más grande de mi ciudad, mi comunidad.
Al poner las habitaciones del piso de mi madre a disposición de Airbnb, gestionar el anuncio en la plataforma y que mi madre recibiera a los huéspedes, nos unimos más, no solo en un contexto familiar, sino como verdaderas socias en esta nueva aventura empresarial. Las habitaciones de la casa tienen activa la «reserva instantánea», por lo que siempre estamos atentas a las reservas, lo que puede suceder en cualquier momento. «Necesito 15 minutos para hacer la cama», dice bromeando mi madre.
Hoy, vivo con mi familia, mi esposo, mi border-collie Maya y muchos peces en otro apartamento no muy lejos de mi madre. Es por esto que mi antigua habitación también la compartimos en la plataforma.
Cada vez que un huésped sale del apartamento, mi madre se queda junto a la ventana esperando a que se vaya de forma segura. Y cuando finalmente se sube a su coche, mi madre me llama para avisar que todo salió bien. Desde que el apartamento comenzó a estar disponible en Airbnb, ha sufrido algunas renovaciones y mejoras, a menudo a petición o sugerencia de los propios huéspedes. Creemos que, gracias a las mejoras, el espacio es aún más cómodo y acogedor y la convivencia más agradable y hospitalaria.
Sin embargo, a pesar de las mejoras, de la tranquilidad del apartamento y del alquiler, creo que lo mejor de la estancia es la convivencia con mi madre, que trata a los huéspedes con tanto cariño como si fueran sus propios hijos.