Destacamos los testimonios de algunos anfitriones y huésp...
Última respuesta
Destacamos los testimonios de algunos anfitriones y huéspedes de habitaciones en una nueva campaña global que esperamos qu...
Última respuesta
«Llegas como un huésped. Te marchas como un habitante más». Este es el lema que escuchan los viajeros que se alojan en cualquiera de las ocho habitaciones del Surfhouse Boutique Motel, gestionado por los hermanos Nikki y Sander.
«Si observamos la tendencia de los viajes hoy en día, creo que cada vez se aleja más de los grandes hoteles y los resorts. A la gente le gusta alojarse con alguien que conozca la zona y que pueda ayudarlos a vivir una experiencia local», nos comenta Nikki.
Y este par de hermanos están encantados de hacerlo posible. Nikki y Sander, que comenzaron en el sector como botones y anfitrión de alojamientos en Airbnb, respectivamente, ahora han subido de nivel. Entre 2016 y 2017, convirtieron una antigua clínica de reposo en su ciudad natal de Encinitas (California) en un alojamiento en Airbnb de ocho habitaciones inspiradas en el surf, al que bautizaron como Surfhouse Boutique Motel.
«No teníamos espacio para recibir a los huéspedes en nuestras propias casas y no había ningún sitio decente donde pudiéramos mandarlos», nos cuenta Nikki. «Encinitas es un pueblo surfero, pero las únicas opciones de alojamiento eran cadenas hoteleras de baja calidad, que no representan en absoluto el espíritu de nuestra zona».
Nikki y Sander diseñaron la propiedad a la medida de la cultura local de Encinitas: todos los que trabajaron en ella, desde el diseñador hasta el encargado de hacer la obra, son de la zona; las habitaciones están decoradas con obras de arte de artistas locales y llevan el nombre de una conocida zona de surf en San Diego, como Moonlight, Cardiff Reef, Stone Steps o Swamis. Además, al entrar en ellas, los huéspedes encontrarán una tarjeta de descuento que los hermanos han creado en colaboración con las empresas de la zona, para que puedan vivir y pagar como un habitante más.
Por si esto fuera poco, estos Superhosts han diseñado paquetes de estancias completas, que incluyen clases de surf o de yoga en la playa, especiales para familias. «Nuestra madre es noruega, así que cuando éramos pequeños nuestra familia siempre venía a visitarnos. Enseñábamos a los niños a surfear, los llevábamos a los partidos de béisbol de los Padres y les enseñábamos a vivir como nosotros durante unos cuantos días», relata Nikki. «Ahora, queremos que la gente entre en la cafetería del vecino y que monten a sus hijos en una camioneta y los lleven a la playa a la que van todos los habitantes de la zona».
A pesar de haber gestionado un hotel boutique durante los últimos dos años, Nikki y Sander dicen que se identifican más como anfitriones que como hoteleros.
«Mi experiencia como anfitrión antes de abrir Surfhouse ya era superpositiva. Disfruté mucho de conocer a viajeros de todo el país y de otras partes del mundo», nos relata Sander, que ayudó a un amigo a anunciar su apartamento en Airbnb y luego aprovechó esa experiencia al abrir Surfhouse.
«Empezamos con unos precios bastante bajos, para asegurarnos de conseguir el mayor número de evaluaciones y lograr la categoría de Superhosts lo antes posible. Esto nos sirvió para conseguir más reservas y aparecer mejor posicionados en los resultados de búsqueda», nos cuenta Sander, que todavía conserva su trabajo a jornada completa en el sector inmobiliario, además de llevar las finanzas del hotel boutique.
Nikki se encarga de las interacciones diarias con los que se alojan en el hotel. «Cuando trabajaba como botones, era el primero en recibir a los huéspedes y el último en despedirlos, y lo disfruté muchísimo». Para sentar una buena relación con los viajeros que vienen a Surfhouse, Nikki les envía personalmente correos electrónicos, comenta con ellos cualquier pregunta sobre la zona o actividad que quieran hacer y está a su disposición si quieren asistir a una clase de surf o para enseñarles la ciudad, porque vive al lado del hotel.
Los hermanos afirman que la clave está en centrarse en la experiencia más que en las propias habitaciones: «la gente se aloja una vez en una habitación bonita, pero vuelve muchas veces si vive una experiencia que se le queda grabada en la memoria».
Felicidades a los hermanos por su trayectoria con éxito! Pensar en todas las comodidades para los huéspedes es de gran satisfacción como anfitrión cuando te lo agradecen! Yo he tenido esta idea de iniciar un hotel boutique porque Afortunadamente he tenido personas que quieren en las mismas fechas pero no es posible hospedarlas. Espero y algun día lograrlo. Un saludo a todos los anfitriones!!!
Muy interesante, una hermosa experiencia felicitaciones y muchos éxitos.
Me encantó esta historia. Súper inspiradores!!
Felicidades por ése ímpetu, a mi en lo personal me motiva todavía más el conocer éste tipo de historias de personas inovadoras. Ojalá que podames tener más ejemplos como éste. Gracias
Me parece una Historia extraordinaria espero llegar a tener un propio Hotel seria Genial. Mis mas sinceras felicitaciones éxito!
Hola..primero felicitaciones...me encanto la forma de comentar y el hecho de resacatar la cultura local...exito en todo y si les va y les ira mucho mejor..
abrazos y cariños desde chiloe
Me parece una experiencia maravillosa. Muchos de nosotros hemos encontrado una vocación al comenzar con airbnb
Buena visión de negocios, yo solo inicio en esto. Exitos a ellos y a todos que estan en esta comunidad.
Yo administro un pequeño hotel boutique en Chichen Itza y puedo dar fé de lo que estos chicos dicen, mi super host me lo gané arduamente estando bien atento a las preguntas de los huespedes, dando el mejor servicio, atención personalizada !! Y a pesar de que mis precios no son los mas baratos de la zona, les aseguro que los comentarios te ayudan MÁS que cualquier bajo precio!!
Éxito con su hotel !
@Airbnb ha escrito:
«Llegas como un huésped. Te marchas como un habitante más». Este es el lema que escuchan los viajeros que se alojan en cualquiera de las ocho habitaciones del Surfhouse Boutique Motel, gestionado por los hermanos Nikki y Sander.
«Si observamos la tendencia de los viajes hoy en día, creo que cada vez se aleja más de los grandes hoteles y los resorts. A la gente le gusta alojarse con alguien que conozca la zona y que pueda ayudarlos a vivir una experiencia local», nos comenta Nikki.
Y este par de hermanos están encantados de hacerlo posible. Nikki y Sander, que comenzaron en el sector como botones y anfitrión de alojamientos en Airbnb, respectivamente, ahora han subido de nivel. Entre 2016 y 2017, convirtieron una antigua clínica de reposo en su ciudad natal de Encinitas (California) en un alojamiento en Airbnb de ocho habitaciones inspiradas en el surf, al que bautizaron como Surfhouse Boutique Motel.
«No teníamos espacio para recibir a los huéspedes en nuestras propias casas y no había ningún sitio decente donde pudiéramos mandarlos», nos cuenta Nikki. «Encinitas es un pueblo surfero, pero las únicas opciones de alojamiento eran cadenas hoteleras de baja calidad, que no representan en absoluto el espíritu de nuestra zona».
Nikki y Sander diseñaron la propiedad a la medida de la cultura local de Encinitas: todos los que trabajaron en ella, desde el diseñador hasta el encargado de hacer la obra, son de la zona; las habitaciones están decoradas con obras de arte de artistas locales y llevan el nombre de una conocida zona de surf en San Diego, como Moonlight, Cardiff Reef, Stone Steps o Swamis. Además, al entrar en ellas, los huéspedes encontrarán una tarjeta de descuento que los hermanos han creado en colaboración con las empresas de la zona, para que puedan vivir y pagar como un habitante más.
Por si esto fuera poco, estos Superhosts han diseñado paquetes de estancias completas, que incluyen clases de surf o de yoga en la playa, especiales para familias. «Nuestra madre es noruega, así que cuando éramos pequeños nuestra familia siempre venía a visitarnos. Enseñábamos a los niños a surfear, los llevábamos a los partidos de béisbol de los Padres y les enseñábamos a vivir como nosotros durante unos cuantos días», relata Nikki. «Ahora, queremos que la gente entre en la cafetería del vecino y que monten a sus hijos en una camioneta y los lleven a la playa a la que van todos los habitantes de la zona».
A pesar de haber gestionado un hotel boutique durante los últimos dos años, Nikki y Sander dicen que se identifican más como anfitriones que como hoteleros.
«Mi experiencia como anfitrión antes de abrir Surfhouse ya era superpositiva. Disfruté mucho de conocer a viajeros de todo el país y de otras partes del mundo», nos relata Sander, que ayudó a un amigo a anunciar su apartamento en Airbnb y luego aprovechó esa experiencia al abrir Surfhouse.
«Empezamos con unos precios bastante bajos, para asegurarnos de conseguir el mayor número de evaluaciones y lograr la categoría de Superhosts lo antes posible. Esto nos sirvió para conseguir más reservas y aparecer mejor posicionados en los resultados de búsqueda», nos cuenta Sander, que todavía conserva su trabajo a jornada completa en el sector inmobiliario, además de llevar las finanzas del hotel boutique.
Nikki se encarga de las interacciones diarias con los que se alojan en el hotel. «Cuando trabajaba como botones, era el primero en recibir a los huéspedes y el último en despedirlos, y lo disfruté muchísimo». Para sentar una buena relación con los viajeros que vienen a Surfhouse, Nikki les envía personalmente correos electrónicos, comenta con ellos cualquier pregunta sobre la zona o actividad que quieran hacer y está a su disposición si quieren asistir a una clase de surf o para enseñarles la ciudad, porque vive al lado del hotel.
Los hermanos afirman que la clave está en centrarse en la experiencia más que en las propias habitaciones: «la gente se aloja una vez en una habitación bonita, pero vuelve muchas veces si vive una experiencia que se le queda grabada en la memoria».
Hola gracias por compartir sus suenos tan inspirador. Me gustan sus dos maneras excepcionales de definir su Hotel....se van como un habitante mas....y ...lo importante es la experiencia no la habitacion. Lo tendre en cuenta como experiencia, muchas gracias. Yo no tengo su categoria todavia pero le ofrezco mi casa cuando quueran venir a la parte mas oriental de Cuba, Santiago de Cuba. Mi casa sale en el anuncio como Homestay Ana, es un apto en un 1er nivel.
Que hermoso todo esto ,quiero llegar un dia a hacer mis hospedajes como el de ellos ,me encanta por que hay una tematica que se refleja el hambiente en torno del su hotel !
Felicitaciones por la idea !!!!!!!!!!!
En el fondo, todos los que estamos en Airbnb, lo hacemos por pasión. Nos sentimos pequeños hoteleros. Algo inimaginable sin esta plataforma.
Ahora toca usar estos ejemplos para seguir creciendo.
Enhorabuena
Enhorabuena chicos!! me encanta que todo haya surgido de la actitud de querer ofrecer lo mejor de nosotros, es la base que dá rienda a sueños que se hacen realidad.
MUY INTERESANTE HISTORIA DE EXITO, SIN DUDA DEBEMOS DE APRENDER A EXPLOTAR NUESTRAS HABILIDADES COMO ELLOS LO HICIERON