El original lo publicó @Felicity11 en el Centro de la comunidad de habla inglesa, y lo hemos traducido a continuación.
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¿Qué hace que un alojamiento sea sostenible?
A lo largo de los años, hemos tenido el privilegio de conocer a huéspedes de todo el mundo, y muchos agradecen los pequeños esfuerzos que hacemos para ofrecer estancias con bajas emisiones.
El turismo está volviendo poco a poco, y ahora muchas más personas son conscientes de las emisiones que generan cuando viajan y buscan opciones que las ayuden a reducir su huella de carbono. Los anfitriones podemos hacer pequeños cambios en nuestros alojamientos que tendrán un gran impacto en las emisiones de nuestros huéspedes durante sus estancias.
Pero vamos a empezar por el principio: ¿qué significa «bajas emisiones»? Básicamente, que una estancia en tu alojamiento tenga el menor impacto posible en el planeta, por ejemplo, en términos de consumo de energía, residuos y agua.
Para ponerles esto fácil a los huéspedes que deciden quedarse en nuestro espacio, lo hemos acondicionado para que su huella de carbono sea mínima. Aquí abajo te cuento las medidas que hemos tomado para reducir sus emisiones en todos los ámbitos clave. ¡Espero que te sirvan de inspiración!
Energía: generamos más del 75 % de nuestra electricidad con las placas solares que tenemos en la azotea y compramos el resto a una comercializadora de energía renovable. Si esta opción no es viable para tu alojamiento, siempre puedes adquirir certificados de energía limpia. Además, utilizamos electrodomésticos y sistemas de iluminación de bajo consumo. Nuestra casa rural está perfectamente aislada y cuenta con unas cortinas térmicas que la hacen aún más eficiente desde el punto de vista energético.
Desechos: para que los huéspedes no generen demasiados residuos alimenticios, les proporcionamos recipientes reutilizables para que guarden las sobras. Además, disponemos de un compostador para los restos y, gracias a él, ¡nuestro jardín está espectacular! También dejamos a su disposición botellas y tazas de metal reutilizables.
Transporte: para ayudar a los viajeros a reducir sus emisiones cuando se desplazan por Sídney, durante su estancia les prestamos tarjetas de transporte público y planos de la ciudad. Aunque en nuestro alojamiento no es posible recargar la batería de los coches eléctricos, cerca hay una estación de carga rápida a la que pueden acceder con facilidad.
Reciclaje: tenemos la suerte de contar con contenedores municipales para papel y cartón, vidrio, recipientes de plástico y metal, y desechos vegetales. Para que a los huéspedes esto no les suponga ningún esfuerzo, en la casa rural disponemos de cubos claramente diferenciados.
Agua: tenemos varios depósitos con los que recogemos el agua de lluvia para utilizarla en los baños y el jardín, así como diversos sistemas de consumo eficiente por toda la casa rural.
Ropa de hogar: utilizamos sábanas y toallas de algodón que lavamos en la propiedad y dejamos secar al sol. Procuramos utilizar la menor cantidad posible de fibras sintéticas para reducir la cantidad de microplásticos que se van por el desagüe.
Productos: nuestros productos de limpieza y de aseo personal contienen el mínimo porcentaje posible de sustancias químicas nocivas. Los compramos al por mayor y rellenamos los recipientes del champú, el jabón y el lavavajillas cuando hace falta.
Con unos pequeños cambios, los anfitriones podemos reducir nuestras emisiones y atraer a viajeros que también se preocupen por el medio ambiente. Y ellos, a su vez, nos sirven de inspiración y nos enseñan qué hacen otras personas para proteger el planeta.
