Lindo día.
Te cuento mi experiencia con nuestra casa de la playa en Punta Cana, adquirida en el 2004, cuna de nuestras vacaciones y disfrute familiar.
En el año 2020 en plena pandemia forzada por la imposibilidad de la niñez a participar de sus actividades, no nos quedó más remedio que vender nuestro gimnasio My Kid’s Gym después de 21 años en RD, pioneros en gimnasio de niñas para la práctica de la gimnasia artística.
A raíz de esto a mi esposo se le ocurrió, por una historia de una amiga que le hablo de Airbnb’s, decidirnos y hacer lo mismo y que yo me hiciera cargo de la A a la Z.
Recuerdo que fuimos ese fin de semana, saqué todas nuestras pertenencias personales y las de mis hijos, dejé toda mi cocina intacta pues todo sabía que sería de mucha utilidad y aceptación (tengo una cocina equipada con todo lo que puedas usar, para la confección de los platos más exigentes)
Hicimos un estudio sobre la capacidad para que pudiera ser la opción elegible de una familia numerosa, así que fuimos y compramos un sofá cama y debido a esto colocamos un aire acondicionado en la sala, para la comodidad de los huéspedes.
En las habitaciones y baño se quedó todo igual, confeccionamos un desayunador para agrandar la opción de más comensales y en la terraza colocamos dos muebles grandes de más y un área para trabajo remoto, al igual que colocamos otra área de trabajo remoto en la habitación principal.
Todo con el fin de que la comodidad estuviera lista para 9 personas, las demás cosas fueron surgiendo por recomendación de los huéspedes, por ejemplo con unos Canadienses colocamos abanicos, pues no les gusta los AC, por otra huésped colocamos la caja de seguridad, fuimos dándoles más comodidad a medida que seguíamos creciendo invertí en una TV para la habitación principal, secadoras de pelo en cada baño, plancha a vapor, ya que tenía una eléctrica así que ahora tienen dos opciones de plancha, luego me di cuenta un día que sacaban las sillas del comedor y las colocaban en la habitación, ahí pensé que las tomaban como soporte de maletas, así que compramos mesas para maletas para las habitaciones y por un grupo de jóvenes que nos dijeron que sería chulisimo colocar un BBQ, así que lo colocamos y ha sido un éxito.
En fin hemos hecho de nuestro hogar veraniego un lugar maravilloso para vacacionar familias de todo el mundo, los adornos los deje allá pues tenia todo muy alegórico a playa.
Ya otros cambios y adquisiciones han sido detectadas por la experiencia en el anfitrionaje, como por ejemplo al principio todo eran sábanas blancas, toallas blancas, pero la experiencia nos enseñó que no quiero una toalla ni una sábana más que sean de color blanca, ahora son de colores cremas, azules claras, verdes claras, las sábanas iguales son de tonos parecidos.
Esto como les digo a nuestra comunidad no es un patrón qué hay que seguir, solo es instinto y determinar que le funciona a cada uno, lo que me funciona a mi no necesariamente le funciona a otro colega, no hay libro escrito, solo hay experiencias personales que se adquieren con el tiempo y que tú, decides si funcionan para ti o no.
Un abrazo y sean los mejores, traten a sus huéspedes de la misma manera en que te gustaría ser tratado y verás como todo fluirá. La comunicación y la empatía la clave hacia el triunfo.
Bendiciones en abundancia.
Imilka.
Imilka de Díaz
