Esta publicación es parte del CC Festival de la Hospitalidad 2024 , tema original creado en el Centro de la Comunidad italiano por @Claudia331 y lo hemos traducido.
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Si bien es cierto que el objetivo principal de la gestión profesional de alojamientos no es combatir la soledad, se trata de una actividad que puede beneficiar tanto a los anfitriones profesionales como a sus huéspedes y a la comunidad local en su conjunto.
Conozco algunas empresas que se dedican a la gestión profesional de alojamientos que contribuyen a mejorar e impulsar todo el ecosistema económico. Gracias a su actividad, los huéspedes descubren la cultura, las costumbres y los productos locales y, a su vez, ayudan a crear una sensación de confianza y pertenencia entre los viajeros que los invita a volver.
También he trabajado en varias asociaciones sin ánimo de lucro cuya misión, más allá de las actividades relacionadas con el turismo, es desarrollar proyectos y servicios para huéspedes con diferentes necesidades, ya sean viajeros, refugiados, trabajadores o estudiantes.
Mi primera experiencia laboral fue en el ámbito de la cooperación. Durante muchos años, me dediqué a recibir a mujeres migrantes y a personas mayores con alzhéimer en instalaciones comunitarias. Así aprendí lo que significa ayudar a todo tipo de gente, con diferentes necesidades e historias vitales únicas. Es una experiencia que tengo muy presente en mi día a día como anfitriona.
Hace unos meses, me asocié con algunas personas de la organización social con la que colaboro para crear una casa de huéspedes llamada @home. Se encuentra en una pequeña localidad de la provincia de Lecco (Italia) y acoge a estudiantes y trabajadoras jóvenes que buscan un alojamiento estable. Hemos recibido a profesoras del sur de Italia, estudiantes internacionales de la Universidad Politécnica de Milán, cajeras de supermercado que acaban de mudarse y madres solteras con bebés recién nacidos.
La casa de huéspedes tiene capacidad para hasta siete mujeres y comparte las zonas comunes de la casa grande con un grupo de refugiadas provenientes de Ucrania, en el marco de un programa de protección internacional. Dos veces a la semana, las personas mayores del pueblo también se acercan a la casa para jugar a las cartas o participar en otras actividades.
Hace poco organizamos una pequeña fiesta de bienvenida. Las mujeres ucranianas cocinaron algunos de sus platos tradicionales y las chicas de la casa de huéspedes ayudaron a mis colegas a preparar el evento.
Fue una ocasión ideal para conocerse mejor, compartir, celebrar y alegrar los corazones. Un momento para dejar de sentirse solas y descubrir nuevas formas de convivencia bajo un mismo techo, aunque sea en alojamientos separados y cada una tenga necesidades muy diferentes.
La decisión de publicar la casa de huéspedes en Airbnb surgió del deseo de hacer accesible este espacio al mayor número posible de mujeres.
Mary, Angela y Elizabeth, las tres estudiantes/trabajadoras de @home.
Daniel, Delphine, Tatiya y yo contamos cómo afrontamos la soledad a través de la hospitalidad, y estamos deseando conocer tus experiencias. Descubre lo que tienen para decir a continuación:
Nos gustaría conocer tu experiencia:
- Si eres anfitrión profesional, ¿cómo haces para crear vínculos entre tus huéspedes?
- ¿De qué manera la actividad de los anfitriones profesionales puede enriquecer a las personas y a la comunidad en su conjunto?
- ¿Cómo puede Airbnb promover mejor aquellas iniciativas sociales que colaboren con programas de turismo responsable?