Yo estoy exactamente en la misma y desde el 19 de octubre como dice Michele. Llevo 12 año como anfitriona de Airbnb con mis propios alojamientos y llevo los de otras personas. En la actualidad 9 apartamentos vacacionales y una villa en Lanzarote. Nunca me había visto en una situación semejante. Nos deben miles de euros y tengo un mosqueo impresionante. He abierto docenas de casos y he llamado prácticamente cada día desde principios de noviembre y no hacen sino cerrar los hilos de conversación.
Desde mi punto de vista es un fallo informático. Yo estoy metida en un bucle de su sistema. El día 9 y el 19 de octubre me pidieron el DNi de uno de los propietarios y coanfitrión del anuncio de su apartamento, que ya había subido por cierto. Al dar al enlace se me abre otra página que dice que "Todo está listo, ya hemos recibido la información fiscal de ........ Si necesitamos cualquier otra información nos pondremos en contacto contigo" pero siguen los cobros pausados.
Es desesperante y empiezo a pensar que o bien tienen problemas de solvencia o bien tienen un error en sus sistema que está generando está situación. Debemos de ser muchos. Yo he interpuesto una reclamación interna porque a mi nadie me contacta por muchas veces que les llamo y vuelvo a explicar el problema.
Nos hemos planteado dejar de alojar a sus huéspedes a ver si así nos hacen caso pero lo que van a hacer es penalizarnos que por cierto hoy en día la penalización puede llegar hasta los 1000€. Alojando todas las reservas pendientes de aquí a enero serán 13.000€ lo que deban a los alojamientos. Son economías familiares y alguno depende de esos cobros para pagar la hipoteca.
Airbnb salió a bolsa hace poco me informaron y desde mi experiencia ya no es lo que eran.
Una cosa así la hubiesen solucionado sobre la marcha. Yo he optado por cerrar calendario para que no pueda entrar ninguna otra reserva y si no queda otra tendremos que dar de baja los 9 alojamientos y si queda alguna confianza en la plataforma empezar de 0. Un verdadero desastre. Pero está claro que no es un incidente aislado.
ELENA LAVIN