Cuando alojé a mis primeros huéspedes (2017) sentí una mezcla de expectación, nervios por tenerlo todo a punto y, sobre todo, mucha ilusión por mostrar un espacio singular y tan especial para mí.
La verdad es que me encontré con una familia fantástica, nada complicada, y gracias al cuaderno de notas que tengo a su disposición, puedo releer al cabo del tiempo sus comentarios.