[Festival] Mi casa y yo: esta es mi forma de hospedar

Laura
Community Manager
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London, United Kingdom

[Festival] Mi casa y yo: esta es mi forma de hospedar

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Screenshot 2022-09-01 at 08.49.10.pngEsta publicación es parte del CC Festival de la Hospitalidad 2022 , tema original creado en el Centro de la Comunidad italiano por  @Maria-Rossella0  y lo hemos traducido. 

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¡Buenos días a todos! Voy a contaros mi historia. Empecé mi andadura como anfitriona hace años, cuando apenas llevaba un mes jubilada de verdad. Y digo de verdad porque el primer año de la jubilación seguí dada de alta para enseñar a la gente nueva. 

 

Cuando dejé de trabajar oficialmente, me di cuenta de que me aburría estar sin hacer nada, así que empecé a hospedar a través de Airbnb. Lo hice al estilo tradicional, recibiendo a los huéspedes en mi propia casa como se hacía antes ¡y la verdad es que me lo paso de maravilla!

 

He encontrado la manera de viajar sin moverme de casa, he aprendido un montón de cosas y he hecho muchos amigos de todo el mundo que me abrirían las puertas de sus hogares mañana mismo. Cuando empecé, yo ya sabía francés y ahora me defiendo también con el inglés (aunque mi marido siempre está cuando llegan los huéspedes ¡y lo habla tan bien y con tanta fluidez que yo aporto más bien poco!).

 

Nuestra casa es un tanto especial: tiene un estilo mitad americano (con un toque neoyorquino), mitad inglés antiguo... En las paredes hay muchísimos detalles que nos trasladan a distintos lugares: con solo mirarlas, ¡nuestros huéspedes pueden viajar por todo el mundo!

 

Aquí se puede cocinar, estudiar, leer, descansar en el jardín, lavar la ropa, tenderla y plancharla. Es decir, todo lo que puedes hacer en tu propia casa. Además, los huéspedes pueden visitar muchísimos lugares y municipios situados en la costa o en las colinas que hay justo detrás de nuestro alojamiento.

Nuestra casa está en Génova (en la región de Liguria, al noroeste de Italia, para los que no conozcan la zona). 

Para ayudar a los huéspedes, les dejo un montón de folletos sobre distintos temas que he preparado yo misma y que están traducidos a seis idiomas, ¡nada menos!

REX.jpegY, por último, pero no menos importante, aquí el auténtico anfitrión es Rex. ¡Somos nosotros los que le echamos una mano a él!

Rex tiene casi ocho años y, desde hace cuatro, vive con nosotros. Lo queremos como si fuera nuestro hijo. Rex es un pastor alemán (¡viene de un criadero!) y pasó sus primeros cuatro años en la provincia de Lecce, donde lo maltrataron. Allí lo tenían atado a un árbol con una cadena corta que se le enroscaba alrededor del cuello, lo que le provocó una profunda herida que no le curaron y que se le acabó infectando. Nunca había ido de paseo y, de vez en cuando, no todos los días, le daban un poco de pasta sola y algo de agua. Además, siempre le pegaban cuando ladraba... Y con nosotros tardó seis meses en ladrar por primera vez. ¡Si creíamos que era mudo!

Una chica de Génova (¡un verdadero ángel!) intentó que se lo dieran por las buenas y, al final, lo consiguió amenazando a los propietarios con llamar a la policía. Nosotros habíamos perdido a nuestro querido perrito un mes antes por una enfermedad, así que decidimos quedarnos con Rex y ayudarlo a recuperarse (entonces pesaba 14 kilos ¡y ahora 33!). Nos gastamos una fortuna, ¡pero le hemos dado todo nuestro amor!

Ahora pasea perfectamente con su correa (lo llevamos con arnés, no con collar), sube las escaleras, entra en el ascensor, juega encantado con todo el mundo... Además, le encanta ir en coche, y también entrar en las tiendas y en los restaurantes. ¡Es un señorito! Le gusta sobre todo la gente joven, aunque se lleva bien con cualquiera, y es muy celoso. Nos damos un montón de mimos. La cuestión es que Rex se ha convertido en el anfitrión principal: él es quien recibe a los huéspedes, olisquea su equipaje, deja que le hagan unas cuantas carantoñas... ¡aunque no le valen las de cualquiera! Si alguien no le gusta, le olisquea un poco y luego se va a su caseta. No acepta comida de la gente y, una vez hechas las presentaciones de rigor, nunca entra en las habitaciones si no le invitan.

A nosotros este mundo nos encanta y, mientras podamos, hospedar con Airbnb será nuestro gran placer y nuestra forma de vida.



Sinceramente, no he conseguido preparar un vídeo. Me hubiera gustado, pero habría tenido que entrar en las habitaciones de los huéspedes. Y eso es algo que nunca he hecho y creo que nunca lo haré, a menos que me lo pidan ellos por algo en concreto.

 

 

 

Esta publicación es parte de nuestro Festival de la Hospitalidad 2022. Puedes consultar el calendario completo aquí.

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