Arranqué a mediados de Noviembre 2023. He tenido pasajeros que han estado un mes, pero el resto han sido estadías de 4 a 8 días. Enero y Febrero 2024 funcionaron bastante bien, pero Marzo parece mucho más tranquilo. En los primeros meses la ocupación se movió en la banda del 85%- 90% de tiempo disponible, si bien ahora ha caído al 56%.
Invertí fuertemente para dejar el departamento en perfectas condiciones: cambié todas las ventanas a doble vidrio con mosquitero, cambié todas las cortinas, puse fundas nuevas blancas a los sillones y renové los cojines, compré una cocina nueva, compré sábanas y toallas de la mejor categoría hotelera...
Creo que como co-anfitrión (propietario de la vivienda) tengo poca visibilidad de los posibles futuros huéspedes. Me parece crítico ya que algunos pasajeros han sido poco cuidadosos con lo ajeno (rompiendo una silla del living, manchando la tapicería de las silla, robando un decodificador de TV del servicio de cable).
Todo ello hace que me planteé la conveniencia de operar con Airbnb frente a un alquiler tradicional. Habitualmente lo tuve alquilado a diplomáticos y altos ejecutivos de corporaciones internacionales.