El pasado mes de julio, AirBnB aprobó una política de cancelaciones de lo más restrictiva para con los anfitriones. Desde entonces, cancelar una reserva se convertirá para cualquier anfitrión en una autentica pesadilla en cuanto a penalizaciones y restricciones se refiere.
En mi caso, he tenido que cancelar una reserva con más de 6 (SEIS) meses de antelación además por motivos de fuerza mayor recogidos en sus propias condiciones publicadas para el levantamiento de las sanciones.
Pues nada, hacen caso omiso a las razones esgrimidas y me aplican la penalización máxima 1.000$ y cuando te quejas te encuentras con una maquina - con nombre de Marius -, que hace caso omiso a la documentación enviada y te contesta una y otra vez con razones de maquina que nada tienen que ver para denegarte el levantamiento de las penalizaciones.
Es una pena porque hasta ahora estaba muy contento con la plataforma, y ahora me veo obligado a cancelar las demás reservas que tengo para no tener que regalarles 1.000 $ a la plataforma. Lamentable!!