Este texto forma parte del Festival de la Sostenibilidad del Centro de la Comunidad, ¡haz clic aquí para más información!
El original lo publicó @Zoé27 en el Centro de la comunidad de habla francesa, y lo hemos traducido a continuación.
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Cuando uno se encarga de lavar la ropa de hogar de su propio alojamiento de alquiler, dedica mucho tiempo a esta tarea. La limpieza de la ropa de hogar es un factor clave en la experiencia del huésped. Lavar la ropa de hogar es una actividad que tiene un gran impacto ambiental: consume electricidad, agua, productos ecotóxicos y libera al medioambiente microfibras, además de productos tóxicos. Se ha demostrado que todos los detergentes son ecotóxicos, sea cual sea su formato.
Además, un estudio de 2006 del Instituto Nacional del Consumo demuestra que ninguno es realmente biodegradable, incluidos los llamados detergentes «ecológicos».
Para reducir nuestra huella ecológica podemos adoptar algunas medidas sencillas:
- Optar por los ciclos de lavado largos (el rápido aumento de temperatura de los ciclos cortos consume más que un ciclo largo)
- Utilizar tejidos de fibras naturales (para liberar menos microfibras sintéticas)
- Optar por un detergente ecológico (aunque sigua siendo contaminante, es «menos perjudicial para el medioambiente»)
- Elegir un detergente que venga en un envase reciclado y que se haya fabricado en la zona donde vives (el transporte es una parte importante de la huella de carbono del detergente).
Hay otras dos iniciativas muy importantes, pero más complejas de llevar a la práctica en el contexto de los alojamientos de alquiler amueblados:
- Lavar con menor frecuencia (como ocurre en los hoteles, donde las toallas ya no se cambian sistemáticamente todos los días).
- El mayor gasto energético, con diferencia, corresponde a calentar el agua. Por ello, el lavado en frío o a 30 °C reduce
considerablemente el impacto medioambiental (además de consumir menos energía, conserva la ropa de hogar y los colores). Sin embargo, esto no siempre es posible, ya que es necesario desinfectar la ropa de hogar entre un alquiler y otro y la desinfección solo es eficaz si se hace a temperaturas de 60 °C o más.
También puedes optar por fabricar tu propio detergente. Esta opción tiene la ventaja de reducir en gran medida el coste del lavado, pero también su impacto ecológico. Llevo años haciendo mi propio detergente. He hecho pruebas manchando trozos de tela de algodón blanco con diversos elementos (rotuladores, sangre, mostaza, tabasco, salsa de soja) y, al día siguiente (para que las manchas tuvieran tiempo de secarse), los lavaba a 30 °C.
Aquí os dejo mi receta favorita, un detergente líquido que encontré en el blog MerciRaoul, así como una variante en polvo.
Receta de detergente líquido:
- 30 g de jabón sin glicerina añadida (por ejemplo, jabón de Marsella o de Alepo, de lo contrario la glicerina obstruirá la lavadora. El jabón siempre contiene glicerina de forma natural, pero en los jabones procesados en caliente hay poca, por lo que los fabricantes la añaden para hidratar la piel. Eso es lo que se trata de evitar)
- 1 cucharada sopera de bicarbonato, carbonato de sodio o percarbonato de sodio (ten cuidado al manipularlo, ya que es muy irritante)
- 1 litro y medio de agua
- Opcional: 20 g de sal de Epsom y 20 g de arcilla (blanca) para suavizar la ropa de hogar. No es necesario si usas suavizante.
Hierve el agua, apaga el fuego, añade el jabón y el carbonato de sodio. Deja enfriar y mezcla si el detergente se ha solidificado. A continuación, viértelo en su recipiente.
En la foto de la izquierda se puede ver el detergente antes de mezclar. Mientras que en la foto de la derecha, se encuentra el producto final. Hay mucha espuma porque acabo de pasarlo a la botella.
Uso: una dosis (tapón dosificador), como en el caso de los detergentes comerciales.
Receta de detergente en polvo:
Esta receta es del blog Banana Pancakes.
Receta:
- 100 g de jabón sin glicerina añadida (por ejemplo, jabón de Marsella)
- 50 g de bicarbonato de sodio
- 50 g de carbonato de sodio
- Opcional: 50 g de sal de Epsom y 50 g de arcilla (blanca) para suavizar la ropa de hogar. No es necesario si usas suavizante.
Añade y mezcla el jabón al final (de lo contrario no se disolverá bien en el agua). En un frasco hermético grande, mezcla el jabón, el bicarbonato y el carbonato de sodio. Cierra el frasco y agita para mezclar bien todo. Deja reposar un poco antes de abrir para evitar que el polvo del carbonato de sodio se disperse en el aire (peligroso, no respirar).
Uso: vierte 1 cucharada sopera directamente en el tambor
Ten en cuenta que el detergente en polvo es menos eficaz que el detergente líquido cuando se lava en frío. Además, los ingredientes mezclados tienen diferentes tamaños y densidades, lo que significa que la mezcla no es muy homogénea y las partículas se reagrupan con bastante rapidez (el bicarbonato cae al fondo, el jabón sube). Por eso prefiero el detergente líquido.
Estas dos recetas son las más eficaces que he encontrado, pero según mis pruebas, el detergente comercial continúa siendo más eficaz para quitar las manchas. Estos son los resultados de las pruebas realizadas con estos dos detergentes tras lavar los tejidos manchados:
1 = detergente industrial de marca (no del precio más bajo) / 2 = lavado a 30 °C sin producto / 3 = detergente líquido casero (mi preferido) / 4 = detergente en polvo casero.
He probado muchos otros (incluido el detergente de hiedra), pero eran menos eficaces.
El detergente comercial es el más eficaz porque ha eliminado todas las manchas. Pero dado el bajo nivel de suciedad de mi ropa de hogar, la gran eficacia del detergente casero, y su coste por lavado (unos 1,3 céntimos el detergente líquido frente a los 40 céntimos del comercial, y los 8 céntimos del detergente en polvo), es este el que prefiero, aunque suponga recurrir de vez en cuando a un quitamanchas, para las manchas grandes, o al detergente comercial.
Para blanquear o desengrasar la ropa de hogar:
Para blanquear, si quiero añadir percarbonato o bicarbonato sódico, tengo que lavar como mínimo a 60 °C porque por debajo no funciona. Además, no tiene sentido incorporarlo al detergente líquido, puesto que se activa en contacto con el agua y, por lo tanto, dejará de tener efecto tras estar almacenado un tiempo. Lo mejor es ponerlo directamente en el tambor de la lavadora con un programa a 60 °C como mínimo.
Para perfumar la ropa:
Para perfumar, he probado con aceites esenciales, pero no funciona. Las gotas de aceites esenciales no aportan nada, no se mezclan con el agua y se eliminan con el agua de lavado. No perfuman la ropa de hogar en absoluto (pruébalo, ya verás). Además, no se recomiendan porque son COV (compuestos orgánicos volátiles) y pueden causar irritación. No he encontrado nada que perfume la ropa lavada con el detergente casero, no huele a nada.
Para suavizar la ropa de hogar:
Lo que se busca con un suavizante es que la ropa de hogar quede suave, esponjosa y, a ser posible, que huela bien. He probado un montón de recetas de suavizantes caseros (a base de vinagre, con o sin glicerina, sal de Epsom, etc.), pero ninguna me ha convencido. En resumen, a continuación expongo algunos ejemplos de mis percepciones táctiles tras las pruebas:
Objetivo Resultado
Lo único que he encontrado que funciona para reducir la sensación áspera es añadir un poco de arcilla y/o sal de Epsom al detergente (se trata de un proceso patentado para algunos detergentes), o usar suavizante industrial.
Para que la ropa de hogar siga oliendo bien y tenga un tacto suave, añado un poco de suavizante, sobre todo para las toallas, ya que no he encontrado un equivalente ecológico con suficiente eficacia para la ropa de hogar de mi alojamiento de alquiler.
Cuidado, una idea muy extendida en Internet es que puedes añadir vinagre a tu detergente en polvo para mejorar su eficacia y suavizar la ropa, esto es totalmente falso.
Si añades vinagre a tu detergente casero para la ropa esto tendrá dos consecuencias indeseables: neutralizará el carbonato de sodio y acidificará tu detergente por lo que ya no limpiará la grasa. De hecho, las manchas de grasa requieren un medio básico (=alcalino) porque así se mejora la acción de los tensioactivos, que son uno de los componentes principales de un detergente y el responsable de eliminar la suciedad.