Buena tarde.El día 18 de marzo llegamos a Malinalco estado d...
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Buena tarde.El día 18 de marzo llegamos a Malinalco estado de México, se dio una situación dentro de la recámara, en el cesto...
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Esta publicación es parte del CC Festival de la Hospitalidad 2021 , tema original creado por @Maria-Rossella0 en el Centro de la comunidad italiano y aquí ofrecemos la traducción.
¡Buenos días a todos! Hace mucho tiempo que soy anfitriona (es más... voy a presumir, Superanfitriona desde hace mucho) y, a diferencia de la mayor parte de los anfitriones, hospedo en la casa donde vivo desde hace décadas con mi marido y mi perro.
Soy hija de un veterinario/adiestrador y, cuando nací, la que sería mi futura perra, Frida, una loba, estaba a los pies de la cama. Así que crecí con perros y gatos en casa (la psicología afirma y demuestra que quien crece con animales tiene siempre «un algo más»), forman parte de mi carácter y de mi vida y me hacen ser como soy.
Se habla mucho de la experiencia que ofrezco en los foros y, para muchos, es importante: hospedar a pesar de tener animales.
Siempre he tenido perros y no renunciaría a ellos por nada; le hice saber esta necesidad y pasión a mi marido antes de casarnos y la aceptó con gusto y NUNCA, por ningún motivo, renunciaría a mi perro y, con este NUNCA... ¡está todo dicho!
En 1969 tuve mi primer perro (de raza superior, de cría superior... regalo de mi padre), después empecé a rescatar «perros recogidos» solitarios... y así encontramos a Bleep, un lobo de 50 kilos abandonado junto a un establo (un superperro... a las dos tardes de llegar, «salvó» a nuestra hija de una agresión subiéndose a hombros del agresor).
Después, llegó Dylan, un perrillo blanco y marrón (en una caja en la orilla de un curso de agua) totalmente independiente y conocido en el barrio como «el Duque» por su actitud: el único perro que ha viajado en escúter y motocicleta/enduro, el único que «ponía caras» según nuestro comportamiento, y que se encontraba en la ciudad dondequiera que hubiese una probable «novia».
Luego llegó el turno de un espléndido mestizo anaranjado, Cookie, procedente de la Campania... una joya, un amor loco... que se nos fue en seguida y ahora, desde hace cuatro años, Rex, un pastor alsaciano rescatado en la provincia de Lecce y traído aquí en pésimas condiciones, y que, tras gastar una fortuna, ¡ahora está de maravilla!
Rex… es un anfitrión excelente, recibe a todos alegremente, los olisquea, olisquea su equipaje, les ofrece su pelotita y cuando acaba su trabajo se retira dignamente. En nuestra cuenta se habla mucho de Rex, donde también tiene muchas fotografías, con el aviso de que no podemos ni queremos hospedar a ninguna persona alérgica o que tenga miedo; sobre todo está nuestra prioridad, no se hace nada que no se pueda hacer con él, pero nuestro alojamiento siempre está lleno, casi siempre por personas a las que les gustan los animales o que, al menos, los «toleran»; pero he escrito por todas partes que nuestros animales NO se tocan y deben respetarse (incluida Tata, nuestra tortuga, encontrada una noche en la acera, un hecho que fue denunciado a la Prefectura y que ahora se pasea por casa como un perrillo, olisqueando los pies de los huéspedes para conocerlos... ¡como es bajita!) y que estaremos especialmente atentos para que no molesten a los huéspedes.
Pero NUNCA, y digo NUNCA, poner la mano encima a un animal... yo podría volverme mucho peor y mucho más fiera que el propio animal, pero nunca ha sido necesario.
A los rarísimos huéspedes que me piden que encierre al perro cuando llegan, les sigo diciendo que hay muchos anfitriones que no tienen animales, a quien me pide traer su propio perro siempre le digo que sí, siempre que sea muy obediente... y, sí, es cierto, limpiar es más agotador y requiere mucha más atención y tiempo, pero no hay mejor amigo o familiar que un perro y limpiar sus huellas es más fácil que no limpiar las de un humano.
Os seguiré contando... ¡venid a casa y hablaremos!
Maria Rossella
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