Hola a todos:
Uno de los aspectos que más nos inspiran de la comunidad de Superhosts de Airbnb es escuchar vuestras historias; historias sobre cómo empezásteis a hospedar o sobre vuestras ideas para ofrecer experiencias que dejan huella en los viajeros. Nos ha encantado descubrir cómo los Superhosts Tsuneto-san y Akiko-san recibieron a sus primeros huéspedes, aunque fueran totalmente inesperados, y creemos que a vosotros también os va a encantar.
Después de jubilarse de médico, lo último que esperaba hacer Tsuneto-san era volver a trabajar.
«La verdad es que no era lo que tenía en mente», bromea. «Hace cuatro años, mi hijo recogió a dos chicos que estaban haciendo autostop y los trajo a nuestra casa. Nos pilló de improviso, pero no nos lo pensamos dos veces y preparamos cena para todos. Fue una experiencia maravillosa».
Poco después, Tsuneto-san y su mujer, Akiko-san, decidieron convertirse en anfitriones de Airbnb. «Nuestros primeros huéspedes fueron estupendos, y nos engancharon a esto del hospedaje». En un año, Tsuneto-san y su mujer, Akiko-san, se convirtieron en Superhosts, gracias a las evaluaciones excelentes de prácticamente todos sus huéspedes. Uno de los viajeros que se han alojado con ellos comenta: «Hicieron todo lo posible y más para hacernos sentir como en casa, tanto que cuando me marché sentí que dejaba atrás a parte de mi familia».
Tsuneto-san y Akiko-san han mantenido su categoría de Superhosts trece trimestres consecutivos. ¿Su clave para el éxito? Su pasado.
«Como médico, siempre me he esforzado por ser amable con los demás», comenta Tsuneto-san. «A la hora de cuidar de mi familia, me he asegurado de que todos crecían felices y sanos. Ahora tratamos a los viajeros como si fueran nuestros propios hijos y nietos».
Después de haber vivido en Japón desde la II Guerra Mundial, Tsuneto-san dice que lo más difícil de ser un anfitrión es tener que hablar en inglés. Sin embargo, cuando se trata de hacer que los viajeros se sientan como en casa, la barrera del idioma no existe.
«Para hospedar, hay que ser hospitalario, no dominar el inglés. Puedes ser anfitrión, ver el mundo y dejar huella hables el idioma que hables.»
¿Quieres contarnos tu historia? Estamos deseando conocerla. Cuéntanos tus ideas y conoce a otros anfitriones como tú en el hilo a continuación.