Estoy de acuerdo. Así como nosotros tenemos olor a humano y así nos reconocen los animales, también a la inversa, ellos, cada uno con el suyo característico.
Yo he estado en un departamento, rentando yo una habitación privada, y allí tenían dos perros. Y sí, habían olor a perro, no porque no los bañaran, pero porque son perros, y uno de ellos soltaba muchísimos pelos.
Como no son mis perros y al cuarto no entraban, todo bien con ellos y me hacían fiestas cuando escuchaban que yo iba a abrir la puerta. Por unos días a mí, como huésped no me molestó, pero como anfitrión, me alcanzó con una experiencia, con el perrito lindo que, además, dormía en la cama.
Hay que tener en cuenta que lo que es normal para una persona, no lo es para otra, y que ambas tienen razón de acuerdo a la propia mirada, y si surgiera cualquier otra diferencia de vínculo, la mascota pordría agravar la situación.
No sé, es mi opinión. Está bien que haya personas que tengan derecho a viajar y no puedan o quieran dejar a sus animalitos; por lo tanto, también habrá anfitriones que los acepten, y está todo bien.
Saludos !